Recogiendo a Alessandra [Lessa]

Bajé del auto y le entregué las llaves al joven para que se lo llevara. Venir por Alessandra ya era una rutina diaria, me había acostumbrado a ella, además era mía no? Caminé en silencio hacia el bar, con las manos en los bolsillos y sintiendo como todos me hacían un espacio, disfrutaba demasiado de ese respeto que tenían, todos estaban bien informados sobre quien era y el poder que tenía.
Me dirigí de frente y sin dudar a los camerinos donde sabía que ella estaría, no sin antes dejar el fajo de billetes sobre la mesa en la portería, yo tenía libre entrada, ni si quiera contaban el dinero que dejaba, sabían que pagaba más de lo que esperaban.
Entré de frente a ver a Alessandra, busqué su camerino y entré, sin si quiera tocar o anunciarme, ella estaba hermosa como siempre, con su cabello alborotado de una forma encantadora, lista para salir a realizar su espectáculo, a bailar para ellos, cosa que realmente me enfurecía -Toma, nos vamos- dije mientras le alcanzaba una bata blanca para que se la coloque- hoy no bailarás- le dije mientras me aceraba a ella y besaba uno de sus hombros y la abrazaba por la cintura - si quieres cambiarte yo te espero, si prefieres salir así, te pones la bata y nos vamos- le dije mientras apoyaba mi mentón sobre su hombro y sentía su dulce aroma para luego besar su cuello y sentarme en uno de los grandes sillones que adornaban su camerino

Me tocaba bailar delante de bastantes personas, moverme como yo solo sabía mientras ellos me admiraban, esto sin duda alguna era mi hobbie, siempre había soñado con ello, la danza era una de mis pasiones, y ahora lo tenía ¿cómo no estar contenta? Hoy era un día raro me había levantado ya con una sonrisa y hasta estas horas (de noche) no se me había quitado, más que nunca me apetecía mover mi cuerpo en ese escenario.
Estaba en el camerino, hacía poco tiempo que había llegado, pues mi turno empezaba ahora. Me puse ropa bien cortita, un top y una mini-falda, tenía un buen cuerpo ¿por qué no iba a lucirlo? Para eso dios me lo había dado. Me admiraba en el espejo mientras colocaba bien mi pelo alborotado y esa ropa tan ajustada, tanto el top como la mini-falda. Pronto me tocaba actuar. Escuché la puerta abrirse, sabía quién era sin darme la vuelta, siempre me hacía la misma. Mordí mi labio sin darme la vuelta para mirarle aún - Algún día me pillarás como mi madre me trajo al mundo, las puertas están para llamar - Dije como si nada. Cuando le escuché me di la vuelta al fin y alcé una de mis cejas al ver la bata que me alcanzaba - ¿Acaso no estoy espectacular así? - Pregunté guiñando uno de mis ojos mientras daba una vuelta sobre mí para que me admirara. ¿Cómo? ¿Había escuchado bien? ¿Me iba a estropear aquel día tan maravilloso que llevaba? No, me apetecía bailar, quería hacerlo. Pase mi lengua por mi labio superior al notar sus labios sobre mi piel. Me quede un rato parada pensando en cómo convencerle de que me dejará bailar. Me di la vuelta mirando como se había sentado - ¿Tienes algún plan para hoy? - Pregunté acercándome lentamente a él - Seguro que puede esperar ¿seguro no quieres ver mover mi cuerpo sobre ese escenario? - Pregunté mientras mi cabeza seguía pensando en algo.

La escuché sin prestarle realmente demasiada atención, ya sabía que se quejaría, que inventaría algo, que me discutiría, que terminaríamos peleando y saliendo de allí sin que ella baile, así que no hice mucho problema y continué sentado en el sillón , con los pies sobre la asadera chequeando mis mensajes en el Ipad.
-No, en realidad no tengo ningún plan- dije sin mirarla concentrado aún en mis correos, me encantaba provocarla, hacerla enfurecer, en realidad ella resultaba encantadora cuando me frustraba con algo- Claro que quiero verte mover ese cuerpo, pero en mi cuarto, sobre mi cama - dije mientras dejaba en el sillón el Ipad- no en el escenario, esa idea no me apetece ni se me antoja, así que creo haber sido claro, no bailarás delante de toda esa gente enferma de allí afuera- dije serio mientras la miraba de pies a cabeza, realmente era linda, bueno más que eso en realidad, era despampanante y no podía compartirla con nadie, era sólo mía, mía y de nadie más- si te apuras al cambiarte sería mejor, así podemos aprovechar todo el tiempo - dije mientras me ponía de pie y cogía un par de aretes y collares desparramados sobre su tocador- deberían ser de oro o plata sabes? con ciertos diamantes- dije mientras notaba lo sencillo de las perlas- iremos a comprar algo para ti o para tus hermanos, ¿Quieres mandarles algo?- le pregunté mientras esperaba que se haya convencido de no bailar, en realidad quería evitarme todo ese rollo, aunque conociéndola no podía esperar que fuese sencillo

Sabía que no iba a ser nada fácil, sabía que no me iba a dejar, era demasiado terco, en realidad éramos los dos muy tercos, debía admitir que yo también lo era, pero tenía claro que no podía luchar contra él, era mi dueño y aunque no me gustase la idea y menos en este momento, mandaba sobre mí, para eso pagaba por mí.
Cuanto más le escuchaba, le miraba lo tranquilo que aparentaba y como pasaba de mí más rabia me entraba, pero la intentaba ocultar lo mejor que podía aunque mis ojos seguramente decían la verdad y no lo podían ocultar por ello aparté la mirada - Lo sé, no hacía falta que me lo dijeras, pero fíjate que a mí me gusta más moverlo en el escenario - Él quería enojarme, pero a mí también me gustaba la idea de hacerlo con él. Suspiré al escuchar lo siguiente que decía relacionado con lo anterior - ¿Gente enferma? No me diga Rodrigo ¿les hiciste un informe médico a todos? - Pregunté con una pequeña sonrisa en mi cara con mi mirada fija en la pared. Mordía mi labio, aunque sabía que tenía poco que hacer mi cabeza seguía dando vueltas para intentar convencerle, fuera como fuera - Este es otro de mis trabajos pero además un hobbie, déjame hacerlo - Dije como último recurso y en ese momento mi intensa mirada fue a parar en él. Miré cogía mis collares tirados por el tocador - Podrían, pero de momento no me volví rica, más me gustaría - Dije sin más. Y a la pregunta negué, me gustaba conseguir las cosas por mí sola - No, no quiero abusar de ti, además no desvíes el asunto que estábamos tratando - Casi susurré acercándome a él. Ya se me había ido un poco el cabreo, ese era el hombre del que empezaba a sentir algo, aunque en verdad era una combinación de todo - Perdóname, no te saludé como debería - Me terminé de acercar le agarré del cuello bajando un poco su cabeza y le pegué un buen beso separándome al instante - Ahora sí - Guiñé mi ojo, ante todo tenía que tenerle de mi lado.

Cada una de sus respuestas eran una locura, no la iba a dejar bailar delante de todos esos tipos, de eso yo estaba seguro -Sabes que si quisiera hacerles un examen médico a todos, ahorita mismo se los haría y todos tendrían problema psicológicos graves y cierto retardo por andar viendo mujeres como idiotas todo el rato- dije serio comenzando a enfurecerme- y si quieres bailar lo harás, vamos sal a bailar- le dije mientras me sacaba la casaca de cuero y cogía la Magnum que tenía asegurada en el cinturón- Te espero afuera Alessandra, bailas, te cambias y nos vamos- le dije mientras jugaba con mi arma dispuesto a salir y sacar a todos los tipos del bar, si ella quería bailar lo haría pero delante de un escenario vacio, porque nadie iba gozar de mi amor, ella era mía, sólo mía y mientras nadie pudiese pagar lo que yo pagaba por ella, pues entonces nadie iba a si quiera poder verla.
Me puse de pie, le di un apasionado y posesivo beso y luego le guiñé el ojo como ella había hecho anteriormente- suerte en el escenario, mi muñeca- le dije mientras jugueteaba con la pequeña armas capaz de matar a cualquiera con un simple disparo- eres genial

Sí, claro que sabía que podía, pero era una locura ponerse hacer exámenes médicos a todos, mi frase simplemente había ido para que se diese cuenta de que no era cierto lo que decía, pero una locura la mía intentar hacer cambiar de parecer a Rodrigo Rowles, cabezón como él solo - No me digas, ahora resulta que el señorito no mira a las mujeres… - Pero aún así seguiría intentándolo porque debía admitir que también era demasiado cabezona. Sabía que lo que estaba escuchando en esos momentos tenía trampa Rodrigo no me dejaría bailar así como así cuando había venido explícitamente a sacarme de este lugar, y así era sacó la pistola y negué lentamente, tocando la pistola con la palma de mi mano para que ni se le ocurriera levantarla - ¿Qué piensas hacer con esa pistola Rodrigo? ¿Matar a todos? - Dije con una sonrisa irónica. En ese momento alguien tocó la puerta y entró diciendo “¿va a bailar señorita? Es su turno” miré en ese momento a Rodrigo y después a la pistola y negué con mi cabeza - No, me han venido a buscar debo irme - Dije sin más y el hombre cerró de nuevo la puerta yéndose. Suspiré - Esto era lo que querías ¿no? Pues ahí lo tienes, vayámonos - Sabía que lo conseguiría, ya no podía hacer más, él me lo había dejado claro, demasiado posesivo conmigo, algo que no me gustaba de él al menos para esto.
Pasé mi lengua sobre mis labios, después de que se separará dejándome el sabor de ese apasionado y posesivo beso.
Agarré mis cosas, bolso ante todo y me dirigí a la puerta - Cuando quieras señor Rodri - Dije posando mi mano sobre el manillar de la puerta para terminar abriéndola.

Luego de que el joven salió de la habitación, sonreí victorioso- no amor, en realidad no pensaba matarlos, solo los espantaría, me tienen tanto miedo que creo que sin el arma hubiese sido suficiente, pero para darle un aspecto más dramático y mafioso es mejor usarla no crees?- dije mientras acariciaba su mejilla y le ayudaba con el bolso- qué cargas eh?? piedras?- le pregunté al notar el peso que hacía el bolso sobre mi hombro.
La vi caminar hacia la puerta y no pude evitar soltar una risita burlona -no estás molesta cierto?- le pregunté mientras tomaba su mano y le daba un pequeño jalón para pegarla a mi- vamos chiquita- le dije mientras dejaba el bolso en el suelo y la tomaba de la cintura para pegarla a mi- en realidad no quiero verte bailar delante todos esos hombros que babean por ti, no me gusta!- me quejé- si quieres bailar delante mujeres pues bien, eso no me importaría, si quieres hacerlo en una disco o en una fiesta genial, pero en un escenario delante de miles de hombres hambrientos y sedientos de tu carne- dije sonriendo- no, eso no- susurré acariciando su mejilla y sus labios para luego acomodar uno de los mechones de su cabellos y darle un suave beso

Vi su sonrisa victoriosa, ag, sabía que estaba contento por haber logrado hacer lo que a él le apetecía y eso me hervía la sangre, no por haberme ganado la jugada que también podía sumársele ya que me gustaba perder poco, sino por haberme quitado de hacer en ese momento mi hobbie. Alcé una de mis cejas - No, no creo, no estas en una de tus batallitas sino en mi trabajo, si espantas a los clientes pueden echarme - Dije, aunque me acababa de dar cuenta de que no era una muy buena idea habérselo dicho, ya que pensaba que era lo que quería. Cuando cargó mi bolso para ayudarme le miré y sonreí, con una sonrisa cómplice - Cosas de mujeres Rodri - Contesté a su pregunta. En ese momento me dirigía hacía la puerta para abrirla cuando escuché su pregunta y afirmé, sí, estaba molesta, no pensaba mentirle, demasiado clara para hacer eso, le miré y en ese momento cuando iba abrir mi boca me agarró pegándome a él, pero me mantuve recta, inmóvil, mientras le escuchaba. Mordí mi labio mientras pensaba como contestarle - Sé que eres demasiado posesivo con lo tuyo y no te gusta, pero nadie te dice que vengas a verme, puedes venir después de mi actuación a por mí - Dije sintiendo sus caricias, pero yo seguía inmóvil, aún no había terminado - Este es mi trabajo y antes de ser mi “dueño” lo sabías Rodrigo, y me aceptaste con ello incluido, solo miran, el único que de momento puedes tocarme eres tú - Dije, para ver si le convencía de una vez. Acerqué mis labios a sus labios y le besé, separándome al instante - ¿Nos vamos? ¿Tienes algún plan? - Pregunté ya con la puerta abierta.

Escuché atento cada una de sus palabras sin responder, sin objetar sin quejarme de nada, la rabia se estaba apoderando de mi y eso no era bueno, nada bueno porque lo último que yo sabía hacer era controlarme y en realidad aún estaba frustrado por no haber podido matar a un par de rojos.
Cuando terminó con su discurso me separé de ella guardé el arma y agarré mi chaqueta- no te preocupes Alessandra, ve a bailar- dije mientras me colocaba bien el arma en el sujetador y recogía mis cosas- tienes razón yo te conocí como bailarina y no lo cambiarás por mi, seré yo el que cambie- - susurré mientras dejaba su bolso sobre el sillón.
Caminé hacia ella y le di un suave beso en la mejilla- suerte con el show de hoy- le dije mientras abría la puerta listo para ir en busca de otra doll, Alessandra había sido clara, yo tendría que someterme a sus gustos y pues bien esta vez no lo iba a hacer, era más sencillo pagar por otra que acostumbrarse a una sola, aunque en realidad la idea de dejarla bailar seguía enfureciéndome sin saber por qué, sin embargo los últimos días andaba ya obsesionado con Lessa, a diferencia, esta sería una mal noche porque la furia demoraría en pasar

Me había pasado, sí, lo sabía en el momento de ver su cara y como se separaba de mí sin decir absolutamente nada, él no era así, algo estaba pasando por esa cabecita. Suspiré sin quitarle la vista de encima, ser tan clara en estos momentos me estaba pasando factura.
Mi cara pasó a la estupefacción al escucharle ¿se iba a rendir? ¿sin más? Imposible. En estos momentos era cuando me hubiese gustado tener poderes para poder adivinar que pasaba por su cabeza, que pensaba. Cada vez entendía menos a medida que le escuchaba, ¿cambiar él? ¿Rodrigo Rowles? Tragué saliva estaba parada, quieta, en el mismo sitio en el que me había dejado Rodrigo pero en ese momento viendo como él abría la puerta después de darme un beso en la mejilla decidido a irse, me puse delante cerrando la puerta y apoyándome en ella - ¿A dónde vas? Ya he dicho que no bailo, pasó mi turno... - Dije mirándole a los ojos. No podía dejar que se fuera, eso no sabía que podía significar estando como estaba y yo no me lo podía permitir. Acerqué mi cara a la suya - Olvida lo que te dije - Susurré, no me gustaban esas palabras pero tenía que decirlas para intentar convencerle. Pase uno de mis dedos por su mejilla acariciándosela.

La miré serio sin decir ni responder nada, a decir verdad había logrado ponerme demasiado furioso, necesitaba salir de ahí sí o sí para tranquilizarme o las cosas terminarían mal, me conocía y nada bueno estaba por ocurrir - Permiso Alessandra, he dicho que me voy- le dije serio cogiéndola de un brazo y dándole un suave tirón para sacarla de la puerta- sabes que tu turno nunca pasa, todos los que están allí afuera están solo por ti aparezcas a la hora que se te de la gana igual es- dije mientras abría la puerta de nuevo listo para salir.
Cuando estuve pro cruzar la puerta la escuché-¿Qué olvide lo que haz dicho Alessandra????!!!!!!!!- grité - Qué lo olvide?!!- dije muy furioso cerrando la puerta de un golpe - o sea primero me recriminas y luego sales diciendo que lo olvide todo?? Pues no Alessandra! lo escuché bien y sí, yo te conocí así, pues entonces ve baila y me pediré a otra doll, no habrá diferencia y los dos estaremos felices!!- le dije serio con una mirada fija y penetrante demasiado molesto y furioso con todo lo que estaba pasando

Le miré como desafiándole, no pensaba apartarme de ahí, pero en ese momento agarro mi brazo y me apartó dándome un suave tirón - ¡Me hiciste daño! - Exageré agarrándome del brazo del cual había tirado para quitarme del medio de la puerta. Le seguí mirando sin abrir la boca y seria, no sabía lo que iba a hacer aunque me imaginaba que se iría, pero al menos esperaba que se despidiera de mí, al menos con un “adiós” simple. Suspiré - ¡Me da igual! Que esperen todo lo que quieran, se me quitaron las ganas de bailar, hoy no lo haré… - Dije contestando a lo que él había dicho, pues era toda la verdad, me daba igual que se fuera o no, hoy no iba a actuar se me habían quitado todas las ganas con las que había venido.
Vi como se dirigía a la puerta pero mis esperanzas seguían, mis ojos se abrieron como platos al gritarme no me lo esperaba por ello el pequeño susto. Escuché callada, perpleja todo lo que en ese momento me comentaba o más bien me recriminaba. Tragué saliva - ¡Si! Me conoces Rodrigo y sabes que soy clara y eso es lo que pensaba, pero estaba cabreada, molesta - Contesté medio gritando. Pasé enfrente suya hacía la puerta y la abrí dejándole paso - ¡Yo no quiero otro “dueño”, pero si eso es lo que querías habérmelo dicho no hacía falta está excusa! - Exclamé mirando hacía afuera para que se largará si era lo que de verdad quería.

Ahora sí había logrado conseguir que todo explotara, me apoyé sobre su tocador y lancé varias de las cosas al suelo- Maldita sea Alessandra deja de decir estupideces!- le grité - crees que inventé todo solo para dejarte, crees que pago millonadas solo por nada?- dije furioso - bailarás y punto!- le dije tomando su muñeca y tirando de ella para llevarla hacia el escenario- ahora no me importa si quieres o no! quieres que sea tu dueño pues entonces comenzarás a comportarte como debes! - le dije soltando todas las palabras sin pensarlas, en realidad quería largarme de allí y golpear o matar a alguien por la furia.
Caminé hacia el escenario tomándola todo el rato de su muñeca, intentaba en realidad no hacerle daño, pero no sabía, ni me importaba nada más en realidad- Sube- le dije cuando llegamos a la base de las escaleras para subir al escenario- Alessandra bailará!- le dije a uno de los encargados y automáticamente todos se movieron dejándole un espacio

Miré su furia y me aparté un poco cerrando la puerta al momento, no podía dejar que nadie viera lo loco que se estaba volviendo, aunque no estuviera mi camerino cerca de la barra había más camerinos al lado y podía pasar cualquiera.
Sin acercarme seguí mirándole en estado de shock pero pronto se me paso - ¿Soy yo la que digo estupideces Rodrigo Rowles? ¡Puedes mirarte un momento y ver que puede que no estés diciendo pero si haciendo estupideces! - Exclamé medio gritando. No pude decir más pronto me agarro de brazo, me quise escapar agitando lo fuerte que podía el brazo, pero era algo inútil me llevo hasta el escenario - Me estas haciendo daño - Como no, de nuevo exageraba pero era de la única manera que tenía para que me soltará, pero tampoco resultó. Una vez en el escenario habló con los hombres que pronto me dejaron espacio y me subí en él, mirando a Rodrigo desafiante. Me agaché poniéndome de rodillas en el escenario y me acerqué a su oído - ¿Eso quieres? Eso tendrás - Susurré en su oído aún desafiante.
Me arreglé un poco el pelo con las manos al igual que mi ropa me puse en la pose adecuada, hice un gesto para que la música comenzará entonces mis caderas empezaron a moverse al ritmo de ella. Una sonrisa empezaba a iluminar mi rostro no podía bailar sin ella.

Escuché su amenaza pero no le di importancia para nada, mi mente ya estaba en otra cosa. La vi subir al escenario, con esa pequeña vestimenta y todo el bullicio de los hombres gritando su nombre era lo único que oía y retumbaba en mi mente y luego me alejé de allí, la música comenzó a sonar y yo sólo fui con la encargada para pedir el servicio de otra doll, sí Alessandra se iba a comportar así yo no iba a tolerarla no me importaba nada más.
Le pedí a la encargada que le dejara el dinero a Alessa y ella me entregó el catálogo de chicas, en el fondo solo escuchaba a los hombres gritar, en realidad ella estaba bailando delante mio podía verla pero no quería hacerlo, con todos esos hombres allí disfrutando de ella, siendo mía en realidad.
Elegí a la nueva chica, ella era alta y con una piel tostada por el sol perfecta, con una gran sonrisa y su cabello lacio y negro junto a unos hermosos ojos azules, me sonrió y tomé su mano dejando un buen fajo de billetes sobre la mesa. Luego me senté junto a mi nueva doll a presenciar el espectáculo de Aleesandra y a tomar un par de tragos mientras ella intentaba captar mi atención

Cuando la música terminó pensé que mi pesadilla también lo había hecho pero luego otra tonada comenzó y ella se acercó a uno de los tipos que estaba en su mesa, comenzó a bailarles de forma demasiado sensual y eso en realidad me llenaba de rabia interna, eso no podía ser bueno, para nada bueno, ella sólo estaba logrando volverme loco y enfurecerme.
Cuando su mirada se fijó con la mía, una sonrisa torcida se formó en mi rostro, quería jugar, jugaríamos! Mientras ella le bailaba a aquel tipo yo comencé a besar a mi nueva doll, mientras mis manos acariciaban su rostro y la pegaban más a mi, ella realmente besaba bien y era hermosa, suficiente como para captar mi atención.
Sin separarme ni un centímetro de la nueva chica comencé a repartirle besos por el cuello y a acariciar su espalda sin percartarme ya de lo que hacía o no hacía Alessandra

Seguía bailando con él, el chico que parecía tímido ya se estaba soltando poco a poco, y bailaba bastante bien, me agarro de la cintura, me gustaba era bastante respetuoso simplemente bailábamos, bien pegaditos eso sí.
Pusieron una música bastante movida y él me llevaba a su ritmo de un lado a otro bajando y subiendo moviendo nuestras cinturas.
Pero mi cabeza en verdad no estaba ahí al igual que mi mirada que en ese instante se cruzó con la de Rodrigo y en mi rostro se formó la misma sonrisa que la de él un sonrisa torcida, como devolviéndosela. Pero por ningún momento me imaginé que iba hacer lo que en ese instante estaba haciendo, besaba a aquella doll, la furia me recorrió pero en seguida miré al chico con él cual bailaba y se me puso una sonrisa en el rostro, está vez una buena sonrisa, aunque en cierto modo no se me olvidaba lo que acababa de ver.
Cuando acabó aquella gran canción el chico me invitó a una copa y yo encantada acepté, nos dirigimos a la barra y allí mi mirada le echó un buen vistazo y la verdad que no estaba para nada mal el muchacho, todo lo contrario - Un tequila - Dije, contestando a la pregunta que me acababa de hacer, obviamente que quería de tomar. Mi intensa mirada de nuevo fue a parar a la mesa de Rodrigo mientras aquel chico pedía pero pronto volví a mirarle - Ya vengo - Dije y me dirigí hacía mi camerino, me cambiaría, ya no iba a bailar más.

Miré a Alessandra irse con aquel tipo que cada vez comenzaba a ponerse más loco por tener a una chica a su lado, sin embargo ya ni le di importancia, me concentré en mi nueva doll que comenzaba a acariciar mi pecho mientras repartía besos por mi cuello, realmente la estaba pasando bien y la furia comenzaba a irse.
Seguí sin hacerle caso a nadie y le susurré a mi doll si quería irse, su respuesta fueron más que palabras, me cogió de la base del polo y tiró de él hacia su camerino sin casi separarse de mis labios. Yo solo le correspondí cada uno de sus movimientos, siguiéndola hacia su camerino que por conincidencias del destino era el que estaba al lado de Ale.
Ella se apoyó contra la puerta sin si quiera haber entrado aún, en ese lugar no era nada sorprendente ver a las chicas y sus dueños, así que nosotros podríamos comernos a besos sin causar ninguna atención

Una vez en mi camerino y con la puerta cerrada, maldije un poco por todo lo pasado, pero pronto se me pasó y empecé a recoger todo lo tirado por el suelo gracias a Rodrigo Rowles.
Una vez terminado de recoger un poco, me puse unos pantalones vaqueros, una camiseta de tirantes con un poco de escote y unos tacones no muy altos, me miré en el gran espejo que tenía y me arreglé un poco el cabello, para salir por la puerta.
El chico que me había invitado a una copa tenía que estar harto de esperar, pues llevaba como quince minutos ahí dentro.
Me dispuse a andar con paso ligero cuando me vi el panorama de Rodrigo y su “nueva doll” al lado de mi camerino, restregándose, la rabia me comió por dentro pero supe controlarla - Pasarlo bien - Dije sin más con una sonrisa falsa y forzada. Me dirigí con paso ligero hacía donde me estaban esperando - Siento la tardanza - Comenté a mi compañero de baile con una sonrisita él simplemente me hizo un gesto quitándole importancia.

Estaba concentrado en besar a mi doll, en sentir su cuerpo contra el mio cuando escuché las palabras de Alessandra, las cuales me desconcentraron por completo, di un suave golpe en la pared reconociendo que estaba haciendo una estupidez al actuar así, a la que yo quería era a Lessa y así solo lograba alejarla de mi.
Me disculpé con la chica y le dije que tenía la noche libre y luego suspiré y caminé a buscar a Alessandra, como sea la sacaría de allí, necesitábamos conversar calmados sí o sí.
Caminé en silencio entre la muchedumbre buscando a Lessa y cuando la encontré fui directo a su mesa- Necesitamos conversar, ahora- le dije serio sin importarme para nada el tipo que estaba con ella, quería solucionar todo, pero sabía que para comenzar iba a ser difícil convencerla para que fuese conmigo - no lo repetiré Alessandra, así que por favor vámonos- dije intentando calmarme

Sonreí, el chico me pasó mi tequila y casi me lo bebí de golpe, el chico abrió sus ojos como platos al verme beber así, yo reí entre dientes al ver su cara, pero es que necesitaba del tequila en ese instante, sobre todo para borrar de mi mente aquella imagen que se me había quedado grabada en el camerino - No te pienses que soy una borracha, simplemente lo necesito - Comenté, pues en verdad me daba igual que pensará lo que quisiera pero ante su cara me tentó decirlo.
Me señaló una mesa vacía y me dijo que fuéramos a sentarnos un rato y charlar para conocernos, afirmé, total esa noche no tenía más nada que hacer. Nos dirigimos a la mesa y él como todo caballero me separó la silla de la mesa y allí me senté con una sonrisa agradecida - Gracias caballero - Dije sin más agradeciéndole el gesto que había tenido. Nos pusimos a hablar un rato pero una voz cerca de mí me distrajo, antes de mirarle sabía perfectamente quien era ¿qué hacía ahora aquí, no y que estaba con su nueva doll? Miré al chico - Discúlpame un momento - Dije con una sonrisa y esa sonrisa se me quitó al voltearme para mirar a Rodrigo, me bajé de la silla y me alejé un poco empujándole conmigo a Rodrigo - ¿Tu y yo tenemos algo de que hablar Rodrigo? - Pregunté, mientras en mi cabeza decía un “no”. Después de lo que había visto no entendía que quería hablar conmigo, las palabras se suponían que sobraban.

Suspiré algo frustrado con la situación, odiaba estar en ese momento, en especial por que nada había salido bien en todo el día -Alessandra afuera, ahora sí, yo tengo algo importante que decirte y no sé si tú tengas alguno opinión o no pero en realidad no me importan ahora ni en este lugar, así que por favor, te despides de tu nuevo juguete que no puede ni pagar por uno de tus aretes y nos vamos- le dije mientras seguía sujetando su muñeca para que ella no se fuera.
Mientras esperaba alguna respuesta intercambié una mirada fuerte con aquel tipo, que creía que iba a poder apabullarme o asustarme con su presencia, al parecer era nuevo en el lugar y no tenía idea con la doll de quien estaba jugando - hazlo rápido porque lo mataré si sigue mirándome así- le dije regresando mi mirada a Lessa, que seguía parada allí frente mio mientras que con una de mis manos sujetaba el arma que llevaba bajo la chaqueta de cuero

Trague saliva escuchándole ¿no y qué me había dejado plantada ya y se había buscado otra doll tenía la necesidad yo de obedecerle? Me quedé parada mirándole, pues tampoco podía hacer mucho estaba agarrándome la muñeca. Eché un vistazo a mi muñeca y después a él diciéndole con la mirada que me soltara.
Al mirarle vi que miraba al chico que anteriormente era mi compañero de fiesta, y miré a este viendo que también miraba a Rodrigo, se estaban intercambiando miradas - Estate quieto Rodrigo ya no le mires, ¡vámonos! ¿Esto era lo que querías no? Pues no se te ocurra sacar la pistola, ya me voy contigo, el chico no tiene ninguna culpa y suéltame - Dije lo último dando un fuerte tirón con mi muñeca esperando que me soltara - ¿Me tendré que despedir como dijiste no? ¡Pues suelta! - Exclamé, volviendo a mirar mi muñeca para después mirarle a él alzando mis cejas esperando a que me soltara de una maldita vez.

Para nada su comportamiento me ayudaba a tranquilizarme, por el contrario solo lograba volverme loco. Solté su muñeca sin cambiar al expresión de seriedad de mi rostro y la miré- cinco segundos Alessandra, tienes cinco segundo para despedirte y salir conmigo de aquí- le dije mientras la dejaba allí y me acercaba al tipo - una mano sobre ella y estas muerto- susurré señalando el arma para luego caminar hacia la puerta donde esperaría a Lessa.
Tamborileé lo dedos sobre una mesa que había cerca, sabía muy bien que había hecho todo mal ese día, pero en realidad sólo había defendido lo que era mio, aunque por algún motivo no me sentía como si estuviese bien, ella era una doll, sí, por lo tanto tenía que hacerme caso en todo, pero yo no podía, con ella todo era diferente, al menos para mi y odiaba esa debilidad que tenía por ella