Como fue con ellos... (Lessa)

Luego de que Lessa subiera, subí yo y manejé en silencio, fue uno de los momentos más incómodos de todo el día, ni ella ni yo dijimos una sola palabra, el clima era tenso, odioso y frío, sabía muy bien que en parte todo era mi culpa, pero eso acabaría hoy, tendríamos que arreglar las cosas si o si. No me gustaba verla enojada y mucho menos que todo fuese así, por alguna maldita razón ella comenzaba a manejar mis sentimientos, todo lo que hacía, cada respiro y cada sonrisa se encargaban de manipularme como un simple títere y en parte odiaba eso, yo no era así, yo era libre.. o lo había sido.

Mientras manejaba sin rumbo fijo en realidad, recordé un lugar especial, al cual había ido un par de veces arrastrado por papá y mamá cuando era pequeño. En uno de los cambios de luz decidí llamar a la central y reservar una de las salas, según ellos me darían la mejor solo por ser hijo del Señor Rowles, adoraba cuando eso pasaba, tenía muchos beneficios ser yo.

Conduje con calma intentando no mirarla aunque en realidad se me hacía casi imposible no hacerlo. Cuando llegamos cuadré el auto y suspiré antes de soltarme el cinturón y mirarla - ellos solían venir aquí -susurré pensando en mis padres y en su clásica historia sobre su primera cita- ven, vamos, espero que haya algo preparado para nosotros - le dije bajando del auto para luego abrirle la puerta y tenderle mi mano

Cuando salimos hacía fuera de la discoteca el me agarró de la mano y nos dirigimos hacía su coche, por una parte casi mejor pues no nos molestaría el ruido y ya estaba harta de estar allí no tenía nada más que hacer en ese lugar esa noche, ese sin duda no había sido mi mejor día, pero por otra parte no sabía hacía donde me llevaría. Una vez en su coche me monté, y giré mi cabeza hacía el cristal mirando por la ventana pero sin fijarme en nada - ¿A dónde vamos? - Pregunté antes de que empezara la marcha hacía a saber donde, él no me contestó en todo el viaje y eso sin duda me ponía nerviosa, vale sabía que yo era la principal culpable de todo lo sucedido pues era quien era y debía obedecerle y esta noche no lo había hecho del todo pero pensaba que tampoco era para crucificarme.

Todo el viaje los dos andábamos en silencio, muchas veces me planteaba la idea de dejarlo todo y volver a mi país de origen, aunque pronto se me quitaba la idea pues sabía que eso no era posible, y una de esas veces estaba siendo ahora. Para quitarme esa idea de la cabeza agarré mi bolso y metí la mano en él sacando mi enorme y preciosa cartera, la abrí y de ella, en uno de los bolsillitos que tenía al alcance, agarré la foto de mi familia y me puse a verla un rato “por vosotros tengo que aguantar” resonó en mi cabeza y dí un beso suave a la foto. Sobre todo lo tenía que hacer por mis hermanos pues tenía que mandarles dinero para que estudiaran y solo tenía esta forma, lo mejor que sabía hacer. Guardé la foto de nuevo en la cartera y está en el bolso, volviendo a fijar mi vista a través de la ventana fijándome ahora en aquella odiosa y fría noche.

Llegamos, sin aún saber a donde aunque tenía una idea; mi casa no era pues el camino por el que había cogido no llegaba exactamente a mi casa. Aparcó el coche, me desaté el cinturón y por primera vez en todo el viaje le miré, aunque alguna que otra vez le había estado mirando de reojo mientras el trayecto, pero nunca tan directo como en estos instantes, intentando que me explicara donde estábamos. Al fin, abrió su boca, pero no entendí del todo aquella frase - ¿Ellos? ¿Quiénes? - Pregunté, pues en verdad no sabía si me contestaría, pero debía intentarlo. Se bajó y fue hacía mi lado para abrirme la puerta y extenderme la mano yo con su ayuda bajé del auto y miré hacía mi alrededor para intentar entender a donde me había traído. Asentí al escucharle y empecé a caminar a su lado no sin dejar de mirar todo.

Tomé su mano y caminé con ella - mis papás- susurré mientras el encargado de la puerta nos dejaba el camino libre para entrar. Había pedido una sala privada muy especial, estaba reservada para cualquier miembro Rowles -tuvieron su primera ... cita? aquí, o algo así, ya sabes son esas típicas historias que los padres te cuentan siempre que se ponen melodramáticos y tiene viejos recuerdos- dije sonriendo mientras le habría la puerta de la pequeña sala.

Era la primera vez que me fijaba por completo del lugar, era muy especial, con pequeñas franjas azules en el suelo y las paredes sobre las cuales se proyectaban imágenes preciosas de un cielo completamente estrellado, realmente era un clima genial, un espacio encantador y pacífico.

-Pasa- le dije mientras le hacía un espacio para que entrara a la sala siguiéndola - sabía que necesitábamos un espacio de paz, un lugar especial y pues pensé en este- susurré aún embobado con todo-

Agarrada de su mano nos dirigimos hacía la entrada, y aunque no sabía si me contestaría lo hizo, hablaba sobre sus padres, no dije nada al respecto. En ese momento el puerta se hizo a un lado para que pudiéramos entrar, como si ya nos estuviera esperando y supiera que éramos nosotros - Oh, que bonito, mis padres no me contaron nunca su primera cita - Dije como respuesta para después mirar a todos lados, viendo aquel lugar el que fue la primera cita de los padres de Rodrigo. Yo nunca podría saber ya donde fue la primera cita de mis padres pues no creía que fuera buena idea hacer recordar a mi madre todo.

Aquel lugar era precioso, seguro que sus padres habían disfrutado muchísimo su primera cita y más en ese mágico lugar que ahora estaba observándolo todo. Miré a Rodrigo cuando este comenzó de nuevo hablar para decirme que pasara a la sala, sonreí y pasé a la sala, esto era maravilloso, pero después de todo lo que habíamos pasado esta noche no entendía, pero al escucharle a continuación lo pude entender y asentí - Cierto, lo necesitamos, en verdad no me lo esperaba, gracias por haber elegido este gran sitio - Sonreí, para seguir mirando ese lugar.

La miré algo apenado en realidad con todo lo que había pasado ese día- lo lamento, sé que mi comportamiento no fue el adecuado ni mucho menos- susurré- y traerte aquí es lo menos que puedo hacer para retribuirte aquel disgusto, arruiné tu noche y aunque no fue todo culpa mía- dije con una sonrisa suave en el rostro- tengo que reconocer que yo comencé todo- dije mientras acomodaba uno de sus mechones alborotados tras su oreja para luego acariciar su mejilla con cuidado - esto es algo complicado de explicar saber, sé que eres mi doll y que no debería ser nada más que es, no me deberías importar en lo absoluto, pero... pero en realidad no es así, por alguna extraña razón no puedo hacerlo- susurré mientras fijaba mis ojos en los suyos- creo que eres demasiado buena doll y me haz engatuzado eh!- sonreí

Me quedé parada en silencio cuando empecé a escucharle pedir disculpas pero negué con la cabeza rápidamente, pues no tenía que pedir perdón por nada nos habíamos pasado los dos, no solo él. Pero eso también lo dijo y afirmé al escucharlo - Así es, nos pasamos los dos, pero todo fue mi culpa, pues soy tu doll, debo obedecer a lo que digas aunque eso me cueste, así que la que debo pedir perdón soy yo y te lo pido. Tú eres libre de hacer lo que te dé la gana y podías haberte liado con quien sea como lo hiciste… - No terminé pues me estaba empezando a poner un poco nerviosa, recordando todo eso. Giré mi cabeza y vi unas sillas, le cogí de una de las manos y nos dirigimos hacia ellas para poder sentarnos, mientras seguía escuchándole - Estoy de acuerdo, me tenías que haber mandado bien lejos y no seguir pagando, eso es algo que no entiendo, y por eso te doy las gracias, por no hacerlo ante todo - Dije con una pequeña sonrisa en mi rostro. Al escuchar su última frase reí entre dientes - Estas a tiempo de mandarme lejos - Dije, pues por lo que se veía se había dado cuenta aunque no me gustase, pero por una parte me alegraba todo lo que me estaba diciendo pues en mi interior era lo que quería…

-Sí, creo que eso es lo que haré, mandarte lejos- dije serio para luego sonreír- no seas tonta, acabo de decirte que es algo que no puedo hacer, que por algún motivo no me nace, que por alguna estúpida razón te necesito a mi lado y me pides que te mande lejos?- dije con una sonrisa torcida- te mandaré lejos, pero a brasil para que tu mamá te enseñe a respetarme- dije riendo mientras acunaba su rostro entre mis manos- ¿Quieres ir a Brasil?- le pregunté- podríamos tomarnos una vacaciones e ir a visitar a tu familia, así me presentas a tu mamá y si es tan bonita como la hija, pues creo que me quedaría a vivir allí- dije sonriendo mientras delineaba sus labios y acariciaba su mejilla con suavidad. Ella era realmente preciosa y era solo mia y de nadie más, aunque esa idea me casara muchos problemas a veces

Suspiré al escucharle y asentí un poco triste pero sin que se me notara pues yo misma lo había dicho, había estado a punto de levantarme e irme de allí pues ya me había dicho todo, cuando descubrí que había sido una broma. Sonreí, no pude evitarlo al seguir escuchándole, era bonito todo aquello que me decía - A ver si voy a empezar a ser una obsesión para ti - Le dije sacándole la puntita de la lengua - No sé cómo me aguantas en verdad, te voy a dar hasta un premio y todo - Reí entre dientes - Yo solo te di un consejo aunque eso no sea lo que quisiera, para que veas que yo también te he cogido cariño - Dije con una pequeña sonrisa contestando su media pregunta - ¡Oye! No te pases ¿eh? Que sabes que te respeto - Dije medio en broma. Al escuchar aquella pregunta y como cogía mi rostro, me alegré pues por un momento era como un sueño hecho realidad - Me encantaría, pero no creo que sea buena idea, no es plan de ir y decirla “mama, me gano en dinero siendo doll y este es mi dueño”, no, claramente no es buena idea - Dije negando, claro que me hubiese encantado ver a mi familia, mi madre y mis dos hermanos pequeños, sin duda les extrañaba - Mi madre es mucho más bonita que yo, te quedarías impresionado con ella - Dije demasiado en serio. Me dieron ganas de besarle al notar como sus dedos delineaban mis labios pero al no saber si era buena idea no lo hice y simplemente delineé yo también los suyos - Eres un sol, gracias de todas maneras, Brasil, si no lo conoces, te encantaría - Susurré con una sonrisa en mis labios.

-Vamos no me digas que no, inventaremos alguna excusa- dije sonriendo- ya sabes que para mi no es nada difícil conseguir algunos papeles o algo, ella ni se enterará y tú serás feliz viendo a tu familia de nuevo y yo... pues yo seré feliz viendo a tu linda mami- dije sonriendo sin dejar de mirarla, si su madre era más linda que ella pues tendría que ser toda una diosa.
-Planearé todo si? y algún día te iré a recoger y te sorprenderé con los pasajes y las maletas listas, será genial, lo pasaremos de lo lindo, tengo ciertos amigos allí y te aseguro que ellos podrán planear las vacaciones de tu vida!- dije sin perder la sonrisa- podrás llevar a tus hermanos y a tu mamá, apuesto a que lo disfrutarán mucho, además seguro que también necesitan un descanso

Mis labios se extendieron en una profunda sonrisa, pues escucharle era una alegría para mí, había soñado muchas veces en volver a ver a mi familia, en poder abrazarles y besarles, que esa posibilidad estuviera cerca no me lo podía llegar a creer. Asentí, no podía decirle que no, mi cuerpo y mente no me dejaban, era una gran alegría para mí - Está bien, me encantará, inventaremos algo, aunque sabes que no me gusta mentir, menos a mi madre, no sé como saldrá todo esto, pero de verdad que no puede decir que no a la idea de verles de nuevo y poder abrazarles, de verdad que es una alegría, no sé cómo te lo podré agradecer - De la alegría que tenía agarre su rostro y le di un pequeño pico, para después morder mi labio inferior sin poder creérmelo a la vez que negaba lento con mi cabeza - Se suponía que me tenías que mandar lejos y no es que no lo hagas es que encima me sales con esto - Ahora me sentía un poco mal por todo lo ocurrido en la discoteca, pues era un sol, eso estaba más que claro y yo no me había portado bien con él. Sonreí al seguir escuchándole - Me encantan las sorpresas, seguro que mi familia te lo estarán agradecidos eternamente igual que yo, de verdad, fijo que lo pasaremos en grande, mi familia te encantará - Dije con aquella gran sonrisa permanente pues con esa gran alegría era imposible que se me quitara.

-Pues genial! que no se diga más entonces- le dije sonriendo- iremos a Brasil a conocer a tu familia y a divertirnos un poco- susurré acariciando su mejilla y correspondiendo su beso con otro, para luego tomar su mano y llevarla a uno de los telescopios- ven miremos las estrellas- susurré- aunque en realidad creo que estarán celosas, no pueden brillar tanto como tú- le dije mientras una suave sonrisa se formaba en mis labios y caminaba hacia el telescopio.
Acomodé el aparato y le señalé una de las estrellas- mira, esa es la más brillante de la noche y ni así brilla tanto- le dije enredando sus cabellos- aunque por lo que me dices e imagino, tu mami debe brillar más no?? eso debe ser genial!- dije riendo dándole una ojeada a lo especial que resultaba todo eso

Asentí con la cabeza, perfecto, al fin volvería a ver a mi familia después de estos años, estaba feliz - Eso está hecho, no creo que te arrepientas, mi familia es un encanto - Está claro que no iba a decir otra cosa, era mi familia, pero en verdad me lo parecían, para mí la mejor familia que podía haber tenido.
Al notar su mano sobre mi mejilla cerré mis ojos sin quitar aquella profunda sonrisa que estiraban mis labios, pero pronto al notar como me tomaba de la mano abrí mis ojos y agarrados de la mano caminé a su lado hasta llegar al telescopio y asentir con un leve movimiento de cabeza al escucharle. Seguí escuchándole en silencio mientras me acercaba del todo al telescopio, mordí mi labio inferior y negué lento con la cabeza al terminar de escucharle, sin duda un gran piropo, pero simplemente sonreí en aquel momento girando mi cabeza para mirarle. Miré como acomodaba el aparato y miré tras él una vez colocado haciéndole caso y mirando a la estrella que él me señalaba en ese momento. Al escuchar de nuevo aquel gran piropo y aún más me lo parecía al ver aquella estrella, me aparté del aparato y le miré con una pequeña sonrisa pícara - ¿Te has dispuesto a que se me suban los colores? - Pregunté rozando la yema de mi dedo índice con la punta de su nariz, y sin razón aparente di un paso más acercándome a él - Y en cuanto a lo de mi madre, tendrás la oportunidad de verlo con tus propios ojos, pero sabes que nunca miento - Afirmé con una pequeña risa.

Spoiler:

-Pues si no mientes, creo que tendré que cambiarte- dije sonriendo y dándole un suave golpe a la punta de su nariz- aunque no soy bueno con las mujeres mayores ,ven- susurré sonriendo mientras caminada hacia uno de los sillones y lo estiraba, eran tan grandes y cómodos se servían muy bien como camas extendidas, tapé sus ojos con una mano y con la otra sujeté la suya para guiarla, apagué las luces y la llevé hacia el sillón - échate allí- dije mientras prendía el proyector, regresé a su lado y me tumbé mientras la abrazaba- mira- susurré para que abriera los ojos y viera todo.

En el techo cada una de las estrellas que se veían en el telescopio, se proyectaban sobre él, toda la imagen completo de un cielo estrellado brillaba frente a nuestros ojos- todo el cielo para ti mi princesa- le dije mientras la abrazaba y acariciaba sus cabellos jugueteando con uno de sus mechones, en realidad las estrellas del cielo no captaban tanto mi atención como lo lograba ella- te adoro- susurré para luego darle un suave beso en la mejilla

Spoiler:

Mirándole escuché aquello que me decía sobre cambiarme - ¿Acaso no lo has hecho ya? Pensé que cogiste otra doll, por lo de la discoteca - Me expliqué sin dejar de mirarle, una buena ocasión para saber si seguía siendo su doll.

Miré como se iba y estiraba aquel sillón que había. Sin esperármelo se acercó a mí una vez terminado de acomodar aquel sillón y me tapó los ojos con una mano, entonces como instinto me agarré a él como pude para que me guiará, estaba un poco nerviosa por todo esto, pero sin duda me encantaban las sorpresas - ¿Dónde me llevas? - Pregunté con una sonrisa mientras caminaba guiada por él. Mis ojos estaban cerrados. Me tumbé donde decía, y hasta que él no me dijo que abriera los ojos no los abrí.

Una vez abierto los ojos, vi todo aquello y mi boca se abrió en una gran y maravillosa sorpresa, era todo tan bonito. Me quedé un buen rato callada observando aquel cielo estrellado que se proyectaba en el techo. Le miré con una gran sonrisa en mi rostro al escucharle - De verdad que me encanta es precioso, no me extraña que fuera la mejor y primera cita de tus padres - Dije aún sorprendida por aquella grata sorpresa, no me lo esperaba para nada, no me imaginaba que la noche después de cómo había empezado pudiera acabar así. Cerré un momento mis ojos al sentir sus caricias. Los abrí en cuanto de nuevo le escuché - Yo también te adoro, en verdad me encanta haberte podido conocer y que cayeras a mis encantos - Dije con una pequeña risa a la vez que me apoyaba en su pecho como instinto sin dejar de mirar las estrellas.